martes, 29 de enero de 2013

RELATO APARTE: Lo que no te mata, te hace fuerte.

- Intenté decírtelo, pero no pude soportar la idea de luchar contra esto sin ti.

Sus profundos ojos miel me miraban, distantes y enrojecidos. Odiaba la idea de que me dejase por esto, ya que él era mi mundo.
- ¿Cuándo te detectaron leucemia, cuándo?
- La semana pasada. -Mentí mirando mis manos, que en esos momentos temblaban.
Un fuerte sonido resonó en mis tímpanos. Drew había golpeado la mesa con tal fuerza que había echo caer dos vasos al suelo de madera. Tragué saliva al poder ver con mis propios ojos que la fina línea trazada entre mis pesadillas y la realidad fue rota. Dejé caer el peso de mi cuerpo en la pared de azulejos de la cocina, que años atrás era una ruina, pero Drew y yo con esfuerzos conseguimos llevar esta casa hacia arriba. Mis ojos se cerraron con fuerza cuando Drew me acorraló entre su anatomía y la pared.
- ¿Cómo de grave es? -exigió saber, con la voz ronca, pero imponente.
- Está muy avanzado. -contesté en un hilo de voz.
- Hasta aquí he llegado, no pienso escuchar más.
Y tras decir aquello, se fue a nuestra habitación haciendo un gran ruido al dar un portazo para cerrar. No resistí y comencé a llorar, lágrimas de dolor emocional. Golpeé los azulejos fuertemente y me dirigí con furia hacia el baño. Me deshice de la ropa que cubría mi ahora, casi esquelético cuerpo y la lancé a alguna parte del baño con rabia e impotencia. Abrí el grifo y regulé la temperatura del agua.
No me gustaba aquello de mentirle, le amo. Pero es lo mejor para él, se merece algo mejor que cuidar a su esposa. Mi leucemia era grave, mañana me ingresaban al hospital y llevaba ya tres meses dándome quimioterapia.
Me lavé el cabello, dejando una gran cantidad de él en mis manos. Miré con asco mis manos, llenas de mi propio esfuerzo por luchar contra la leucemia.Tras haberme calmado en la ducha, me puse un albornoz blanco que colgaba de la puerta. Pero antes de atarlo, me miré al espejo, daba asco. Se marcaban mis costillas, los brazos eran dos palitos y las piernas igual. Me sentí asqueada y cerré el albornoz. Emprendí camino hacia mi habitación con la idea de irme y afrontar esta lucha sola. Pero cuando abrí la puerta, casi me derrumbo al ver al hombre al que amo haciéndome una maleta. Me lo esperaba, pero presenciarlo fue debastador.
- ¿Qué crees que haces, Drew? -le grité apartándole por el hombro.
- Nos vamos de este mugriento piso, te pienso llevar al hospital y no saldré de ahí hasta que te metan en una maldita habitación, ¿está claro? Y cuando te recuperes nos iremos a otro lugar a vivir, un lugar mucho más cómodo en el que vas a poder celebrar nuestra victoria contra la leucemia, porque esta batalla la libraremos juntos.
Sus brazos me rodearon y me abrazó tiernamente, y ese abrazo fue mil veces mejor medicina que la quimioterapia.
- Te amo, cariño. Y sé que saldremos de esta.
Besé sus labios con dulzura.
- Lo que no mata, te hace fuerte, ¿no? -susurré con una sonrisa.

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¡Hola! Siento llevar taaaaaaaaantos meses sin escribir, aquí tenéis un pequeño detalle, espero que os guste. He preparado una "maratón" por así llamarlo, de diez capítulos. Todo esto va a dar un pequeño giro, ¿preparadas para la curva? 
Y tardaré dos semanas así en subir la maratón, ya que me voy a presentar al concurso de literatura de mi instituto y estoy preparado mi relato sobre el bullying.
Muchas gracias por seguir aquí, leyendo esta tontería de novela que escribo cada mil años.

martes, 4 de septiembre de 2012

Capítulo 5: Centro comercial.

<<Jason McCann>>
Abro los ojos lentamente, pero la luz me hace daño en ellos y los vuelvo a cerrar con rapidez. Los vuelvo a abrir y la luz ya no me hace tanto daño y me acostumbro a ella. Me froto los ojos y me siento en el borde de la cama. Un agudo y punzante dolor se encuentra en mi cabeza, pongo mis manos en las sienes y cierro los ojos.
- Me cago en todo lo que se menea, ¿quién, maldita sea, quién me hace beber tanto?
Y me respondo a mi mismo en mis pensamientos: Tú, idiota, tú solo.
Me quedo un largo tiempo sentado en el borde de la cama, cuando un olor a comida se cuela por mis fosas nasales. Aspiro y distingo olor a pollo. Sonrío e intento levantarme de la cama, pero el dolor se hace el protagonista de mis sensaciones de nuevo y opto por descansar antes de comprobar si alguno de mis compañeros de piso habían aprendido al fin a cocinar. Después de un reposo de unos cinco minutos, me levanto casi sin problemas y me dirijo a la puerta de mi habitación, que conecta con la sala común de la casa. Lo primero que veo es a Shay haciendo el movimiento del pescado, con una mano tapas tu nariz y el otro brazo lo alzas y haces como si ese brazo fuera un gusano y viceversa. Se escucha la canción "Call me maybe" de fondo. Frunzo el ceño y veo como Emily y Chaz salen de la habitación de Ryan, todos están bailando. Hay una cámara en el mueble de la televisión y se están grabando. Río negando con la cabeza y el dolor de cabeza vuelve. Intento olvidarme del dolor de cabeza y paso frente a la cámara para ir a desayunar cuando Ryan se me echa encima y me canta:
- WHERE YOU THINK YOU GOING, BABY?
Yo, desde el suelo y con Ryan encima me río más fuerte. Ryan hace como que me va a dar un beso y llega Angy y se interpone entre los dos, haciendo que le besemos a ella las mejillas. Cuando Ryan se levanta, me levanto yo también y me río mientras voy a la cocina.
- Sois peor que los adolescentes, chicos.
- Lo seremos, pero no somos unos sosos como tú. -me sorprende la voz de Emily.
Le doy un beso en la mejilla.
- ¿No estabas bailando en el salón?
- Sí, pero también estoy cocinando y no quiero que comáis pollo quemado. -Me aclara riendo- Si quieres desayunar, sírvete.
- Eso me lo debería de estar diciendo Chaz, o Ryan.
Ella ríe y veo que está haciendo una salsa para el pollo.
- Huele muy bien.
- Gracias, guapo. -Me agradece mientras mete algunas cosas en la batidora para hacer la salsa.
Abro el cajón donde Chaz y Ryan guardan las tazas, cojo una y me dirijo a la cafetera. Cojo una cápsula y la meto en la cafetera, poniendo la taza bajo el tubo por donde es expulsado el café. Cuando el café está a la altura que deseo, voy a la nevera y cojo la leche, cuando me doy cuenta de que el azúcar está en la nevera. Frunzo en ceño y dejo el azúcar sobre el mármol de la encimera, junto a la leche.
- ¿Qué hacía el azúcar en la nevera? -grito para que me escuchen.
- Ryan vio unas hormigas pequeñas en la cocina y escondió el azúcar ahí para que no se la comieran. -me grita Chaz.
- Muy normal todo por aquí.
Tras susurrar aquello, le echo leche a mi café y me acerco al cajón de los cubiertos y cojo una cucharilla de café. Termino de prepararme el café y guardo todo en sus respectivos sitios. Me siento en una silla de la mesa de la cocina y soplo un poco el café.
- ¿Tenemos planes para hoy?
- Creo que no. -le responde Angy que acaba de entrar a la cocina, a Emily.
- Pues mejor, yo si tengo.
- ¿Y podría una de tus mejores amigas estar informada de ellos?
Emily posa su mirada en mi durante un segundo y luego en Angy.
- Si este bastardo se queda callado, sí.
Levanto las manos, en señal de que no diré nada y Emily se aclara la garganta para hablar, y antes de empezar ya está colorada.
- Pues pensaba en ir al cine, y a comprar el regalo para Ryan.
- Te acompaño. -Propone Angy.
- Y yo, no le he comprado el regalo aún.
Emily suspira y vierte el contenido de la batidora en un recipiente, para luego meterlo al microondas.
- Pero yo no sé que comprarle.
- Pues por eso es mejor que yo vaya. -aclaro dándole un sorbo a mi café.
- Pues eso, pero yo al cine no voy, sabes que me agobio.
- ¿Te acompaño, Emily? Después de comprar. -le digo acabando mi café.
Ella me sonríe y escucho mi teléfono sonar en el cuarto. Dejo la taza en el fregadero y salgo de la cocina para dirigirme a la habitación de invitados. Es mi padre quien llama, bufo antes de coger el móvil de la mesita de noche. Descuelgo.
- ¿Jason?
- ¿Qué?
- He oído que anoche tuviste un pequeño problema con una policía, ¿en qué coño estabas pensando, inútil?
- Mira, no me han cogido, estúpido, así que déjame, dijiste que tenía tiempo libre. Y especialmente tú no entras en mi definición de libre. Adiós, papi. -digo con amargura e ironía.
Cuelgo y veo que tengo una nota en el móvil. Con toque suave, abro la nota, tengo que llamar a Laika. Busco su número y la llamo.
- ¿Quién mierda llama a estas horas?
- Tranquila, gatita, soy Jason. Ah, y es la una, no es muy temprano.
- Lo siento, anoche me acosté un poco tarde.
- No necesito tus explicaciones, Laika. -le digo con voz dura.
- Tranquilo tú, fiera.
Me río y me siento en la cama.
- ¿Te viene bien en el centro comercial a las diez?
- Sí, ¿ya tienes las cinco bolsas?
- ¿Acaso lo dudas?
- No, nos vemos.
Y le cuelgo. Me levanto de la cama y me pongo la vestimenta de ayer. Me dirijo al salón y les digo a los chicos de que me voy a casa unos minutos.
- Volveré para comer ese rico pollo. -grito a Emily.
Salgo de la casa de Chaz y me subo a la moto, introduzco la llave y arranco. Me dirijo a casa, al llegar, saludo a Marie y le digo que en unos minutos me volveré a ir. Ella me abraza y me dirijo hacia el armario donde Jack, mi padre, guarda las drogas. Guardo cinco bolsitas de crack en una mochila negra.
- ¿Cómo te fue ayer? -le pregunto a Marie, mientras cierro la mochila.
- Bien, cariño. Mientras todo el mundo siga pensando que soy una dulce anciana, no iré a la cárcel.
- Eres una dulce anciana, bueno... Menos cuando matas.
Nos reímos y me dirijo al salón, donde ella está limpiando el polvo. Le doy un beso en la mejilla.
- Nana, voy a comer con los chicos y esta tarde iré al cine.
- Así me gusta, que tengas amigos, no como tu padre, que los únicos amigos que tienen son aquellos negociadores que en cuanto a tu padre no le queden ni dinero ni drogas le matarán.
- No llames a ese hombre mi padre, llámale Jack.
Ella suspiró y me acarició la mejilla. Me dirijo a mi habitación y me doy una ducha rápida. Me visto con una camiseta blanca, una chaqueta de cuero negra y unos pantalones amarillos, con las supras del color de la chaqueta. Me hago una cresta improvisada con agua y me coloco la mochila en los hombros. Bajo las escaleras y voy con Marie. Le doy otro beso en la mejilla.
- Pórtate bien.
- Lo haré. -me río y me dirijo a la puerta.
Le tiro un beso desde la puerta principal y ella hace como que lo atrapa, y pone la mano en su mejilla como si se lo hubiera dado. Sonrío y salgo de casa con la mochila colgada. Me monto en la moto y vuelvo a casa de los chicos. Al llegar, todos están poniendo la mesa, y yo les ayudo, después de dejar la mochila escondida debajo del armario del cuarto de invitados. Cuando terminamos de poner la mesa nos sentamos para comer el pollo que Emily ha preparado.
- El pollo no es lo tuyo. -confiesa Ryan, después de probar un poco.
- Tan malo no puede estar.
- ¿Lo has probado, Jason?
- A ver, espera que lo pruebe. -respondo.
Cojo un poco y me lo llevo a la boca... Ugh, desearía no haber echo eso, aunque disimulo bien.
- No está tan mal. -miento, mientras sigo comiendo.
- ¡ERES UN FALSO, JASON!
- No, de verdad, no está delicioso pero no está tan mal como dices.
- ¡FALSO! -me acusa Ryan, riendo.
Nos reímos y seguimos comiendo, Emily está un poquito avergonzada por el sabor del pollo y las burlas de Ryan. Me acerco a su oído y le digo que otro día le saldrá mejor. Ella me sonríe y todos terminamos de comer. Recogemos la mesa y Angy se ofrece voluntaria para lavar los platos mientras los demás hacemos las camas. Pasa la tarde y Angy, Emily y yo nos vamos en el coche de Emily al centro comercial. Al llegar, nos separamos para buscar el regalo que cada uno le quiere hacer a Ryan. Entro en un tienda de música y le compro dos CD's y unos cascos nuevos. Al salir, veo una tienda de ropa interior femenina, no estaría mal gastarle una broma a Ryan. Entro a la tienda y le compro un tanga rojo con una colita por detrás, lo que me voy a reír el Sábado que viene. Salgo de la tienda y llamo a Emily, dice que está dejando a Angy en su casa, que yo compre mientras las entradas para el cine.
- ¿Qué película vemos?
- La que sea, lo único que quiero es descansar por un día.
- De acuerdo, nos vemos.
Ella me cuelga, no se puede entretener porque está conduciendo. Mientras la espero, me siento en un banco de por allí y no dejo la mochila descuidada. Cojo mi móvil y busco en mi agenda a Laika.
- El pedido se adelanta, ahora, ven hacia aquí, nos vemos en los aparcamientos.
- Estoy ahí.
- Espérame.
Salgo hacia los aparcamientos, veo a Laika recostada en el asiento delantero de su coche. Meto la cabeza dentro del coche y saco de la mochila las bolsitass. Ella las coge y las guarda en una maleta pequeña.
- ¿Te quedas un rato? -dice guiñándome un ojo y haciéndome espacio.
- Lo siento, cariño, tengo otros planes.
Salgo de los aparcamientos con tranquilidad y veo que el coche de Emily está aparcando a lo lejos. Me dirijo a la puerta del centro comercial. Emily al poco tiempo se encuentra a mi lado, la abrazo por los hombros mientras nos dirigimos al cine. Al llegar a taquilla pedimos dos entradas para ver Step Up Revolution. Compramos palomitas y refrescos para acompañar. La película comenzaba en cinco minutos, así que nos dirigimos a la sala a tragarnos los anuncios pre-peliculares. Nos sentamos en las butacas del centro, la sala estaba llena.
La película termina, ha estado bien. Nos levantamos de nuestros asientos y vamos andando hasta los aparcamientos.
- ¿Puedo conducir yo? -pregunto extendiendo mi mano para que ella deje ahí las llaves.
- De acuerdo.
Me da las llaves y me siento en el piloto, ella en el copiloto. Nos ponemos los cinturones y arranco, para luego concentrarme en la carretera de vuelva al piso de Emily. En el camino, Emily y yo hablamos sobre lo ocurrido en la sala.
- Lo mejor ha sido cuando la parejita de al lado se estaba besando y tú has camuflado un: "Parad, es incómodo" con una falsa tos. -dice ella riendo.
- ¿Parejta que se besaba? No, que se comía, más bien.
Ella ríe y seguimos hablando todo el trayecto. Al llegar, me despido de ella y me subo a la moto para irme a casa a descansar. Al llegar a casa, veo que Marie ya está dormida. Subo a mi habitación sin hacer ruido y me quito toda la ropa, para cambiarla por unos pantalones de pijama. Cierro los ojos y PLAF, Jason ya no es comunicable.

domingo, 29 de julio de 2012

Capítulo cuatro: "Cherry".

<<Emily Hale>>
Abro lentamente los ojos, han tocado a la puerta.
-Pasa. -susurro.
La puerta se abre un poco y se asoma la cabeza de Alice. Sonríe al vernos a Jason y a mi abrazados.
-Eh, tortolitos, nos vamos ya. Levantad para irnos.
Cierra la puerta, genial, ahora tendré que despertar yo a Jason. Siempre se despierta de mal humor. Le doy un beso en la mejilla.
-Arriba, nos vamos por ahí.
Él solo gruñe y me aprieta más contra él. Suspiro y me acerco a su oído.
- ¡Arriba, Jason! -le grito.
Él abre los ojos asustado y me suelta rápidamente. Mira hacia todos lados, después posa su mirada en la mía.
-¿Estás loca?
-Nunca te despiertas a la primera. -digo levantándome.
Jason me vuelve a coger de la cintura y me sienta en la cama.
-Pesado.
Él ríe y me acerca a su rostro.
-Mi besito. -me pide.
Sonrío y le doy un beso en la mejilla, él hace lo mismo conmigo. Nos ponemos de pie y mientras él se calza, yo voy al baño a peinarme. Me paso el cepillo y pongo la plancha a calentar. Me dirijo a la habitación y me siento en la cama para calzarme mis tacones negros. Cuando termino de ponérmelos, Jason que ya está de pie, me tiende la mano. Le sujeto la mano, que me sirve de apoyo para levantarme de la cama. Me pongo frente a él y este me abraza.
-Ahora no tengo que ponerme de puntillas para abrazarte. -le recuerdo.
Él ríe y me abraza más fuerte. Sonrío y él apoya su cabeza en mi cuello. Me separo un poco, para quedar cara a cara. Él sonríe de lado y besa mi nariz.
- Te has despertado cariñoso, ¿eh? -sonrío.
- Te quiero, Emily. Gracias por ser mi mejor amiga, en serio, gracias a ti estoy cambiando.
Me acaricia la mejilla para después besarla. Le sonrío y le abrazo de nuevo. Le susurro unos cuantos "eres el mejor" adornados de unos "yo también te quiero". Él me devuelve los cumplidos.
- Nos vamos ya, ñoño.
Me mira sonriente y me da un beso fugaz en los labios. Me aparto de él y le miro con el ceño fruncido. Él solo ríe y da la vuelta mientras niega con la cabeza. Él sale de la habitación mientras yo me voy al baño y me hago unos tirabuzones con la plancha. Al terminar salgo al salón con los demás. Alice está terminando de vestirse en su habitación y los demás le esperan en el salón. Veo que Jason está hablando por teléfono en la esquina del salón. Le observo, nunca me había detenido a hacerlo.
Me doy cuenta de que Jason tiene unos ojos preciosos, de un color miel. Sigo observándole el rostro. Ahora mi mirada se dirige a la cicatriz que está situada bajo su ojo, es casi imperceptible. Un pequeño lunar que encuentro en su rostro, lo hace más adorable. Su nariz es preciosa. Y sus labios son gruesos y suaves. Su pelo es de un color rubio oscuro y ahora lleva una cresta en este.
Jason me mira y sonríe, le devuelvo la sonrisa confusa. Me guiña un ojo y me hace una seña con la mano, indicando que hablamos luego, tras esto, se gira dándome la espalda. Suspiro y me siento a esperar a Alice. Shay me mira y frunce el ceño para después susurrar:
- ¿Qué pasa con el feo ese y tú?
- Pues en la habitación, nos estábamos abrazando y me estaba diciendo que era su mejor amiga, y no sé que más, que me quería mucho y eso... Y de repente, va y me da un beso, pequeño, pero un beso. Le miré raro y él solo rió y se fue negando con la cabeza.
Ella ríe.
- Bueno, Jason no es nada feo, aprovecha. -sigue riendo.
Le pego en el hombro de broma y ella se sigue riendo. Niego con la cabeza y me voy a la puerta de la habitación de Alice y grito:
- ¡Alice, sal de ahí de una vez!
- Salgo en un minuto, estúpida.
Río y me alejo de la puerta para dirigirme ahora al sofá de nuevo. Cierro los ojos y noto unos labios en mi mejilla. Abro los ojos y miro quien me ha besado la mejilla, es Chaz.
- ¿Cómo te encuentras? -me pregunta sonriendo.
- Mejor, ya no me duele nada.
Él sonríe.
- ¿Qué te ha dicho Alice?
- En un minuto sale...
Él suspira y se recuesta en el sofá. Alice sale y salimos todos del piso. Cierro la puerta con llave y comienzo a andar hacia el ascensor donde están Shay junto a Ryan, y en una esquina, Jason hablando aún por teléfono, me pregunto con quien. El otro ascensor con los demás ya está bajando. Me introduzco en el ascensor y me apoyo en la "pared" de este. Saco mi móvil y comienzo a jugar a "Fruit and Ninja". Se abren las puertas del ascensor y comienzo a andar, noto unos brazos sobre mis hombros, sé que es Jason y no paro la partida. Andamos juntos hasta el portal, donde Ryan sujeta la puerta para que pasemos. Jason se despide de alguien, supongo que el del teléfono. Ya llevo 103 puntos, pongo más concentración. Jason me aprieta más contra su cuerpo.
- No me vas a ganar, pequeña. Mis trescientos dieciséis puntos no vinieron de la nada.
- Estúpido. -le contesto y en ese momento se me cae una fruta- No hables.
Él ríe y me besa el pelo.
- ¿Estás enfadada?
- No, ¿debería de estarlo?
- No lo sé, la mayoría de las chicas cuando les beso y me voy, vienen a por otro. -dice en broma.
Me río, y al reírme se me caen dos frutas, GAME OVER.
- ¡Por tu culpa! -le echo en cara mientras guardo mi móvil- Eres un tonto, muy tonto. -le pego en el hombro.
- Un tonto que te hace reír. -me recuerda.
- Y que por ello hace que pierda las partidas.
Él se ríe y me da un beso en el pelo. Le acompaño la risa y nos montamos en su moto, tras haber sacado los cascos y haberlos puesto en nuestras cabezas. Me agarro a su cintura y él arranca la moto.
- Espera, ¿dónde vamos? -cuestiona y el sonido del motor se extingue.
 - A "Cherry".
Él sonido se vuelve a escuchar y la moto arranca. Tras quince minutos de viaje en moto, Jason busca aparcamiento en el parking del pub "Cherry". Tras otros cinco minutos, encontramos aparcamiento, una moto estaba saliendo de este. Cuando terminamos de aparcar decidimos bajar de la moto y guardar los cascos. Jason y yo vamos andando hacia la entrada y nos apoyamos en la pared de esta. Llamo a Angy por teléfono.
- ¿Ya estáis en la entrada?
- Sí, ¿y vosotros?
- Buscando aparcamiento, esperad. -me dice antes de colgar.
Guardo mi móvil en mi bolsito. Miro a Jason, quien está muy atento mirando a una chica que salía del pub con una chica. La chica le guiña un ojo a Jason y le hace una seña con las manos, como diciendo que le veía dentro del pub. Jason le sonríe y cuando se da cuenta del peso de mi mirada, me mira a los ojos.
- Tú, ligón. ¿Vas a bailar?
- Supongo, pero por ahora no tengo ganas.
Sonrío y levanto mi bolso, él suspira.
- ¿Por qué lo traes? Siempre te invitan a las copas. -dice cogiéndolo.
- Porque me hace gracia tu cara cuando te lo doy, no te jodes.
Él ríe y tras su risa, se hace silencio entre nosotros. La chica de antes se va a los aparcamientos, Jason le mira con el ceño fruncido y ella levanta los hombros como diciendo: Otro día.
- Si me acompañas a la moto no hace falta que cojas el bolso.
- A la moto se ha dicho.
Reímos y caminamos hacia la moto, que no está muy lejos. Él abre el compartimento del sillón y saco del bolso 25 dólares y los meto en el bolsillo de Jason antes de meter el bolso. Él baja el sillón y le pone el seguro. Caminamos a la entrada de nuevo.
- No sé porque me lo das. Sabes que al final de la noche te los devolveré, ya te invito yo si hace falta.
- Estúpido, me lo pago yo porque lo bebo yo, no tú. -le reprocho cruzándome de brazos.
- ¿Estás segura de que no quieres otro besito para bajar esos humos? -cuestiona para después poner morros- Ven aquí, leoparda.
Me río y le doy un pequeño y suave manotazo en los labios. Él ríe conmigo. Al fin llegan los demás y entramos todos al pub. Lo primero que hago es cogerle 10 dólares a Jason del bolsillo trasero, una rubia de por ahí me mira mal. Que se aguante, beso a Jason en la mejilla y él me sonríe, pasando su brazo por mi cintura. Quisiera ver la cara de la rubia ahora. Después de estar unos cinco minutos llamando al camarero, se acerca a mi y a Jason, ya que los demás se han ido a bailar. Pedimos dos combinados reserva y en poco tiempo nos lo traen. Le pagamos al camarero 6.94 dólares cada uno y nos apartamos de la gente que se encuentra tomando sus copas en la barra. Doy un trago a mi bebida, dos, tres.
- ¿Bailamos? -me dice al oído para que le escuche.
Alzo las cejas mientras le sonrío.
- ¿No era que no querías? -le cuestiono a voz de grito.
- Ahora sí.
Sonrío y le hago una seña con la mano, para que me espere. Me termino la copa y como aún estamos cerca de la barra, la dejo ahí. Jason sonríe y hace lo mismo con la suya. Me coge de la mano y nos abrimos paso en la pista de baile. Distingo la canción, suena "Payphone" de Maroon 5 ft. Wiz Khalifa en remix (http://www.youtube.com/watch?v=hqrsuvqdqUQ). Al principio, como no, Jason solo cambia su peso de un pie a otro al ritmo de la música mientras me sujeta por la cintura. Luego ya se suelta un poco más y empieza a bailar en serio. La canción termina y le sigue un remix de "We are young" de Fun ft. Janelle Monáe (http://www.youtube.com/watch?v=DheuYnSU85Y&feature=fvwrel). Al terminar de bailar, veo a un chico que llevaba ya rato mirando. Dos opciones: o es gay y le mola Jason, o le gusto yo. Espero que sea la segunda opción, porque se le haría incómodo a Jason de ser lo contrario. Miro a Jason y hago un pequeño movimiento con la cabeza, indicándole al chico. Él lo mira de reojo y deja caer sus brazos de mi cintura para poder alejarme de él. No voy a ir directa al otro, así que hago como que me voy a la barra. Cuando llego a la barra, el chico se me acerca y me toca el hombro. Sonrío por mis adentros. Me doy la vuelta y lo veo sonriendo.
- ¿Te invito a una copa? -dice poniéndose a mi lado.
Sonrío, dándole a entender que sí.
- ¿Cóctel Lamborghini? -pregunta sonriente.
Asiento con la cabeza, hacía tiempo que no lo tomaba. El camarero (o Barman) vino hacia nosotros. El chico pidió dos cócteles Lamborghini al Barman y este comenzó a prepararlos.
- ¿Podría obtener el placer de obtener su nombre? -pregunta riendo.
- Mi nombre es Emily, ¿y el vuestro?
- Kevin.
Me sostiene la mano y besa el dorso de esta. El barman nos da los cócteles y nos los bebemos mientras él me pide bailar. Dejo la copa en la barra y él hace lo mismo. El alcohol me comienza a hacer efecto. Ahora es cuando estoy en mi punto. Le cojo de la mano y le conduzco de ella a la pista. Suena una canción de Miley Cyrus, creo que es ese su nombre, mi prima menor me lo ha mencionado varias veces. (http://www.youtube.com/watch?v=ZD8Fp4Lf6Ys&feature=g-all-lik). Comenzamos a bailar, él pone sus manos en mis costados y comienza a moverse. Pasan unas cuantas canciones y Kevin iba a besarme cuando se acerca una chica con el pelo azul celeste y me aparta de él. Frunzo el ceño.
- ¿Quién eres? -pregunto a la chica.
- Su novia... Suelta a mi novio, niñata, si no quieres salir mal parada.
Hago una mueca con la cara y me voy de allí. Busco a Angy y la encuentro. Bailamos juntas un rato y luego vamos al sofá donde los chicos están normalmente. Allí encontramos a Ryan y Shay tomando una copa.
- ¡Hey! -saludo.
- Hey, solteronas, ¿habéis ligado? -pregunta Shay en broma.
- ¿Dónde está mi amiga tímida? 
Reímos por la pregunta de Angy.
- Pues la hice desaparecer. -contesta Ryan, abrazando a Shay.
- Pues yo he ligado, pero el chaval tenía novia. -confieso mientras me gano un sitio al lado de Ryan.
 Angy se ríe.
- ¿Cómo era?
- Tenía el pelo celeste, por los hombros y la piel blanca. Iba vestida con un vestido corto azul oscuro, muy conjuntada ella. -digo riéndome.
- ¿Cómo la que está bailando con Jason? -pregunta Ryan.
- ¿Qué?
Me doy la vuelta y me encuentro a Jason y a la novia de Kevin bailando. Me levanto de mi asiento y me me dirijo a ellos.
- ¡Haz justicia! -me grita Angy en broma.
- Tú vienes conmigo. -le grito.
Angy viene hacia mi y le digo que tiene que hacer. Cuando llegamos hacia ellos, toco el hombro de Jason. Él se separa un poco de la chica, ya que si se pegan un poco más, debería de pedir un reservado. Me mira confundido y le guiño un ojo. Él se separa confundido de la chica.
- ¿Qué haces aquí? ¿No estabas con tu novio? -pregunta Angy.
Jason se separa de ella del todo, Jason si algo no quiere tener, es malos rollos con tíos a cuentas de zorras que se tira en la discoteca.
- ¿Te importa qué haga y deje de hacer con mi ex?
- ¿Ex? Oh, pobre, lo has dejado. Si lo ibas a dejar después de verle bailando con mi amiga, no haber sido tan estúpida de llamarle de todo cuando la menos santa de aquí eres tú, que corriendo te has venido con el novio de mi amiga. -le acusa, mintiendo, Angy.
- Si claro, entonces, ¿tu amiguita qué hacía?
- Bailar con gente nueva. Y si quieres, pregunta a tu novio con quien estaba bailando ella antes de con él. Que tu novio sea un salido, me da igual, pero que se intente aprovechar de mi amiga y encima tú le llames de todo...
Jason está alucinando. Me acerco a su oído y rodeo su cuello con mis brazos.
- Es todo verdad, menos lo que eres mi novio, claro...
Él se pone cara a cara conmigo, el aliento le huele a mucho alcohol, se pasó de nuevo con las copas. Acerca su rostro al mío.
- Vamos a hacerlo creíble.
- Te estás pasando hoy mucho, McCann.
Él solo me sonríe y pasa sus brazos por mi cintura. Me pega a él y me comienza a besar, es un beso sin sentimientos ni nada de por medio, como un juego de amigos. Al principio solo roza sus labios con los míos, luego pasa su lengua por mis labios. Abro mi boca lo suficiente para cuando él abre la suya, nuestras lenguas puedan conectar. No creía decir esto, pero McCann besa muy bien. Me separo de este y él sonríe. Angy se quedó un poco extrañada y la chica se fue indignada.
- Jason, me puedes soltar. -le informo.
- ¿Y si no quiero?
- Te dejo estéril.
- No eres capaz.
Le miro vacilante.
- ¿En serio crees eso?
- No.
Y deshace el abrazo, riendo. Nos dirigimos a los sillones con los demás
Pasan las horas bailando y bebiendo. Ya son las cinco de la mañana, es mejor que nos vayamos antes de que a algunos de estos locos se les ocurra hacer una tontería. Los convenzo y como siempre, nos vamos en taxis. Él no para de decirme que si vamos a la cama solo por un día no pasará nada. Yo solo le digo que deje de decir tonterías.
- Vamos, Emily, aunque solo sea para que yo saque mi ego delante de Ryan y Chaz y decirle: He estado con Emily, ha sido increíble y está más buena que vuestras novias.
Río y le doy un golpe en el hombro.
- Sus novias son mis amigas, y lo siento pero no vas a poder sacar tu ego.
Él bufa y sigue diciendo que me quiere. El taxi para y deja a Chaz y Jason en casa de Chaz.
- ¡Te quiero, Emily, vamos a tu casa, no me hagas ir con ellos!
Yo solo rio y le lanzo un beso. El taxista me deja en casa y le pago.
- Gracias. -le digo antes de cerrar la puerta.
Encuentro las llaves del piso y abro despacito. Veo a Alice tumbada en el sofá con Shay a su lado. Voy a mi habitación, que es la más cercana a la puerta principal y veo a Angy acurrucada en mi cama. Suspiro y me dirijo a la habitación de Angy. Me acuesto en su cama y rezo por no tener el resacón del siglo mañana.

miércoles, 4 de julio de 2012

Capítulo tres: Los dos mienten.

<<Jason McCann>>
Me levanto de la mesa y me dirijo a los aseos masculinos. Me meto en la última cabina y espero a Laika, la camarera. En pocos minutos ella entra en la cabina.
- Jason, cuanto tiempo.
- Sh, calla, tengo prisa. - le digo sacando mi móvil- ¿Cuanta quieres?
- Cinco bolsas. Mi número es este.
Me entrega un papel con su número y la agrego en mi agenda de contactos. Me pongo una nota para recordar que se los tengo que entregar.
- Mañana te llamo, nos vemos.
Después de informarle, me dispongo a salir justo cuando escucho de fondo la voz de una chica. Me concentro en lo que dice... Mierda, es policía. Laika me mira con los ojos bastante abiertos, sin saber que debe hacer.
- Mierda, ¿qué piensas hacer?
- Si nos piden salir, abro la puerta rápidamente y le doy en la cara un puñetazo, y una patada para que se caiga. Después salgo corriendo y tú le das fuerte en la cabeza, sin que te vea, hazlo rápido. Cuando recupere la conciencia, está claro que se desmayará, tú te vas y alguien la encontrará. - le susurro.
Oímos pasos, cada vez más cercanos a nuestra cabina de baño.
- ¡Que todo el mundo que haya en este maldito baño salga ahora mismo! -grita la policía.
Me pongo en la puerta, preparado para pegarle. La voz de la chica me resulta familiar, pero no la distingo, por los nervios.
- Ten cuidado. -me susurra Laika- Mi turno acaba en media hora, no habrá pruebas de que hemos estado aquí.
- Salid de ahí, u os vuelo la cabeza.
Tras el grito, le dan un golpe a la puerta. Abro la puerta rápidamente y solo le miro los ojos durante un segundo, y fue un error, no debía de haberle mirado, para que no se quede con una imagen mía en la cabeza, le doy un codazo con mi brazo izquierdo. Sin mirarle, le doy una patada en las piernas antes de que abra los ojos. Se cae al suelo y salgo corriendo. Al salir por la puerta, disminuyo mi velocidad y ando a paso firme. Llego a la mesa y me despido de todos con la excusa de no encontrarme bien.
Llego a mi casa y saludo a Marie con un abrazo. Ella me sonríe.
- ¿Qué tal el día, cielo?
- Bien, Marie. En un rato me iré de nuevo, esta noche duermo en casa de Chaz.
- Ten cuidado. -me advierte.
Le sonrío despreocupado. Me voy a mi cuarto y busco por internet mi nombre: Jason McCann. Sale que soy un estudiante, pero nada más, ni una foto mía ni nada. Suspiro de alivio. Me recuesto en mi cama y me pongo el despertador para dos horas después.
Me despierto después de una pesadilla: Yo en la cárcel. Sacudo la cabeza, intentando disipar esos pensamientos de mi mente y me dispongo a calzarme. Cojo mi móvil y llamo a Chaz.
- Eh, tío, ¿cómo estás?
- Mejor que antes, es que no sé, en el baño empecé a vomitar, pero ya estoy mejor. ¿Dónde estáis?
- En casa de Emily, Alice, Shay e Angy, ¿vas a venir?
- Claro, en cinco minutos estoy allí.
Bajo a la primera planta y me despido de Marie. Voy al garaje y cojo la moto, me monto y salgo de mi casa. Llego después tres minutos de viaje y dos buscando aparcamiento. Debería de haber ido andando, no está tan lejos. Me bajo de la moto y llamo a la puerta. Me abre Shay, se hace un lado para que pase y cierra la puerta tras mi entrada. Caminamos juntos hacia el salón, donde veo que Emily está sentada en el sofá y todos a su alrededor. Me acerco a Chaz y le pregunto.
- ¿Qué le ha pasado?
- Fue al baño y al salir tropezó con algo, se quedó inconsciente y Angy entró al baño a buscarla y estaba allí tirada con dos mujeres ayudándola.
- Oh. pobre.
Me acerco a ella y me siento a su lado, les hago una señal con la cabeza a los demás para que siguieran a lo suyo. Los chicos se sientan en la mesa de la cocina a hablar. Yo rodeo con mi brazo su espalda y ella me sonríe.
- Me han dicho lo que te ha pasado, hoy tenemos los dos un día no muy bueno, ¿eh?
- Lo tuyo ha sido peor, lo mío ha sido por torpeza. Por cierto, ¿estás mejor, ya no vomitas?
- Sí, antes de venir vomité un poco, ha sido asqueroso. -le miento.
Ella me sonríe y me da un beso en la mejilla.
- ¿Tienes sueño?
- Sí, un poco.
- Ven a dormir conmigo por favor, no quiero dormir sola, a ver si me pasa algo. -me confiesa.
- Vale, pero no te aproveches de mí. -le digo imitando la voz de una chica.
Ella ríe y se levanta, tendiéndome la mano, la cual sujeto y me levanto yo también. Nos dirigimos a la cocina y les avisamos a los demás que vamos a dormir un poco.
- Vale, pero a las doce estad listos, nos vamos de marcha un poquitín. -dice Angy sonriente.
Emily le sonríe mientras asiente y nos dirigimos a su cuarto. Ella se tumba primero en la cama, haciéndome un hueco a su lado. Yo me tumbo a su lado y la abrazo por la cintura, siempre que dormimos juntos, es así. Emily apaga la luz y cuando cierro los ojos, veo de nuevo los ojos de aquella policía: marrones y verdes. Emily se acurruca en mi pecho y coloca su cabeza en mi cuello, me da un pequeño beso en este y yo comienzo a acariciarle la espalda.
Continuará...

viernes, 29 de junio de 2012

Capítulo dos: Fireworks.

<<Emily Hale>>
Mi mirada se dirije de nuevo a mis apuntes. El ruido producido por la voz de Angy al cantar me desconcentra. Me levanto con la idea de callarla, cuando veo que Chaz y Ryan se encuentran sentados en el sofá, cada uno al lado de sus respectivas novias. Pero la sorpresa de tener visita no interrumpe mi misión.
- Angy, no sé si recordarás aquella lejana conversación que mantuvimos la semana pasada en la cuál acordamos no hacer ruido cuando alguna de nosotras está estudiando, y si no la recuerdas, ¡te lo pintas en la frente! Pero cumple lo acordado.
Ella suspira y apaga la WII. Deja el micrófono sobre la mesa y me mira vacilante.
- ¡Aguafiestas! -me saca la lengua- Siempre igual, sosa.
- Gracias, cariño. -le agradezco con ironía.
Ryan y Shay se ríen, Chaz y Alice les siguen la risa. Les miro confusa y Shay señala mi cuerpo. Descubro el motivo de sus risas al mirar mi vestimenta: Mi camisón con estampado de leopardo, el cual me tapa lo justo y necesario.
- ¡Sexy!
Tras el grito de Alice, me quedo mirándoles sin saber que comentario que me haga quedar bien decir. Les miro con odio y me vuelvo para entrar a mi habitación cuando escucho una voz.
- ¿Quién es sexy?
Me giro y veo a Jason apoyado en la puerta de la cocina con un refresco en sus manos.
- Emily, ¿no la ves? Mira que modelito, para ti solito, Jason. -le dice Alice.
- ¡Dejadme estudiar!
Les enseño mi dedo corazón mientras hago una mueca con la cara.
- Claro que sí, leoparda mía.
- Que os den.
Entro a mi habitación y antes de cerrar la puerta logro escuchar a Jason: "Bonito culo, leoparda". Suspiro pesadamente mientras me dejo caer en la silla. Tras dos horas de estudios, Angy entra a mi habitación.
- Nos vamos a cenar a 'Fireworks', ¿vienes?
- Claro, me arreglo un poco y voy con vosotros.
Angy me dirije una sonrisa antes de salir de la habitación. Me levanto de la silla para dirijirme al armario, el cual abro. Rápidamente cojo unos shorts negros, una camiseta blanca algo transparente (con un sujetador negro bajo ella) y unas romanas negras. Me visto y calzo, después voy hacia el baño. Me hago dos pequeñas trenzas a cada lado de mi rostro y las sujeto con horquillas en mi coronilla. Me maquillo un poco y salgo del baño, me dirijo al salón y con los chicos, bajo a la calle.
- Yo en mi coche puedo llevar a cuatro. -informa Chaz mientras juega con las llaves de su coche.
- Yo he venido en moto, al que sobre, lo llevo yo.
Angy, Alice y Shay rechazan la idea de ir en moto, por su miedo. Y Ryan no se separa de Shay, y Chaz tampoco de Alice.
- Voy yo en moto. -me ofrezco.
Jason me señala su moto, una KAWASAKI NINJA 600 de color negro. Me he subido en estos dos meses que llevamos de curso, unas cuarenta veces mínimo. Andamos hasta la moto y  Jason saca un casco negro y otro amarillo. Me da el amarillo y nos ponemos cada uno nuestro casco. Él se monta primero, yo tras él. Rodeo su cuerpo con mis brazos y aprieto mi cuerpo al suyo. Yo, de aquí, ¿caerme? Si me caigo, él conmigo.
- Arranca, ¡Jason!
Él ríe y arranca la moto. En estos dos meses nos hemos hecho novios... ¡Es broma!, mejores amigos. Llegamos al restaurante y Jason aparcó la moto. Me bajo yo primero, y él después. Levanta el asiento de la moto y coje mi chaqueta de cuero negra. Dejamos los cascos y Jason vuelve a bajar el asiento. Me pongo la chaqueta y Jason rodea mis hombros con su brazo, pegándome a su cuerpo.
- Fue buena idea dejar mi chaqueta en la moto.
- Pues sí, yo soy así de listo, leoparda.
Le pego suavemente en el pecho y me río.
- No me lo recuerdes.
- Estuvo bien que nos pararas los pies, esta semana hay muchos exámenes. -me confiesa.
Entramos al restaurante y pedimos mesa para siete. Llegan los demás y nos sentamos, yo me siento a la derecha de Jason y a la izquierda de Angy. Una camarera de unos veinte años con pelo largo negro y ojos azules se acerca. Luce unos shorts blancos y un top negro con el logo del restaurante, lo que combina con unas cuñas negras. Es de piel clara y resalta el tatuaje rojo y negro de su estómago, donde pone: 'Fuerza', en español. Sus labios pintados de rojo pasión comienzan a moverse mientras habla.
- ¿Qué van a tomar? -pregunta con un tono cansado y monótono.
La camarera no levanta aún su vista del papel cuando comienza a escribir en la libretita nuestras bebidas.
- Una coca-cola, -dice Jason, mirándome- y para la señorita otra coca-cola.
- Yo una botella de agua.
Y cuando pedimos todos, la camarera levanta la mirada, encontrándose con la de Jason. Los ojos de ambos se abren ligeramente, se conocen. La chica hace un gesto con su rostro, indicando en baño. Y la camarera se va.
- ¿Os conocéis? -pregunta Angy.
- Sí, ahora vuelvo.
Me besa la mejilla y me susurra: "Vuelvo en veinte minutos". Jason se dirige al baño.
- Jason ha pillado cacho, ¿celosa, Emily? -se burla Chaz.
Me río falsamente y mi móvil comienza a sonar. Me levanto haciendo un gesto con la mano para que me disculpen. Salgo del restaurante y descuelgo.
- Emily, creo que le tenemos. -dice mi abuelo con voz severa.
- ¿Donde está?
- ¿Recuerdas aquel restaurante donde cenamos en mi aniversario con la abuela?
Mi mente hace memoria y...
- ¿Fireworks? -pregunto sonriente: Al fin pillaré a ese cabrón.
- Ese mismo. Mike, tu tío, ha estado siguiendo la investigación de hoy y le ha llevado ahí. El tío Mike está allí, ve y habla con él.
- Abuelo, dame al menos una descripción de él.
Escucho a un hombre del cuerpo de policía decir: Lo único que sabemos es que sus ojos son castaños.
- Ojos castaños.
Y cuelga. Guardo el móvil en mi bolsillo y entro de nuevo al restaurante. Miro las caras de los clientes y diviso a mi tío entre ellos. Me acerco a mi mesa y le susurro a Angy:
- Está aquí, Angy, el maldito ese está aquí... Quedáos aquí.
Ella me mira asustada.
- Jason aún no ha vuelto...
- Iré a ver si está bien... Sin irrumpir nada, espero. Tú distrae a los chicos mientras cojo la pistola.
Angy comienza a preguntar si después iremos a algún lado. Yo, acerco mi mano hasta mi bolso y saco mi pistola, está cargada. La escondo en el bolsillo interior de mi chaqueta.
- Voy al baño.
- No es de buena educación espiar a Jason mientras hace sus "cosillas" con esa chica, Emily. -Dice Ryan en broma.
Suspiro y me alejo de la mesa de la mesa. Me dirijo a el mostrador.
- ¿Dónde está el dueño del local? -pregunto a un camarero.
La chica me hace un gesto para que espere. En poco tiempo aparece un hombre de unos cincuenta años en delantal de cocina.
- ¿Me buscaba? ¿Necesita algo?
- Iré sin rodeos: Soy policía y creemos que hay un peligroso asesino y narcotraficante en su restaurante.
El hombre me mira asustado y asiente, dándome permiso para registrar el restaurante.
- Sáquenlo de mi restaurante.
Yo asiento y me dirijo a la mesa donde está mi tío.
- Tenemos permiso para registrar. -le informo.
- De acuerdo, tú registra la cocina y los baños. Yo me quedaré por aquí.
Asiento con la cabeza y me dirijo a la cocina. Observo a los cocineros mientras me coloco mi placa. Ninguno con ojos castaños. Saco mi pistola, para asustarles y ver si alguien me puede decir algo del chico. Nadie me dice nada, solo que han oído hablar de él en la televisión...
Salgo de la cocina y me dirijo ahora a los baños masculinos. Me meto en una de las cabinas y apoyo la pistola en mi pecho mientras le quito el seguro.
Ahora comienza el juego.
Abro la puerta y hay dos hombres en los lavabos lavándose la cara. Uno de ellos me mira: Ojos castaños.
- ¿Qué hace aquí? Es el lavabo masculino.
Le apunto con la pistola y le señalo mi placa.
- Saque toda su documentación.
El hombre me mira confuso.
- Le he dicho que saque su documentación, joder, hágalo, ¡AHORA!
Se asusta y me saca su documentación. Nombre: Zack Sánchez Hewitt. Edad: 57. Nacionalidad: Española.
- Salga de aquí, ahora mismo.
Le entrego su documentación. Es imposible que un tío de 57 años haya traficado cien kilos de droga en cinco minutos. El otro hombre es de ojos verdes, le indico con la cabeza que salgan del baño.
- ¡Que todo el mundo que haya en este maldito baño salga ahora mismo!
No sale nadie, escucho susurros que vienen del baño del fondo. Le doy un puñetazo a la puerta.
- Salid de ahí, u os vuelo la cabeza.
Los susurros cesan y me dispongo a disparar cuando la puerta se abre de golpe. Me dan un golpe en la cara y otro en las piernas. Solo consigo ver unos ojos castaños del maldito que me haya hecho esto. Escucho unos pasos apresurados y ya no oigo nada hasta despertar en mi casa.

Continuará...

lunes, 27 de febrero de 2012

Capítulo uno: El primer día para ambos.

Introducción:  ¿Qué piensas cuando te mandan a capturar a el narcotraficante más peligroso de todo el país mientras mantienes una vida normal? Ir a la universidad y trabajar para la policía, no es fácil para Emily Hale, y menos si el que comete los delitos es su compañero de mesa en la universidad. Una infiltrada para la policía que tiene que descifrar quién es el que comete tantos delitos y capturarlo, Emily tiene claro que si lo captura es hombre muerto, pero las cosas cambian cuando el amor tiñe sus pensamientos para que defienda a ese asesino a muerte. Jason, Jason McCann, por su parte, lo tiene más crudo aún. Narcotraficante y asesino, especialmente, el más buscado por toda Canadá. Nadie lo ha descubierto aún, ni el piensa que lo hagan, pero cuando el amor se infiltra en su vida solo piensa en huir del mundo en el que hasta ahora ha estado viviendo para proteger a su amada Emily. Pero no todo en la vida es fácil, ella es una policía y él un asesino.

Jason McCann es Justin Bieber. (Como en el capítulo de C.S.I.)

Capítulo 1: El primer día para ambos.

<Jason McCann>
Abro los ojos bruscamente, aún no me acostumbro a las patadas que mi padre le suele dar a la cama.
- Levanta, vago.
- Vale, viejo, que estás ya viejo.
Detrás de esa burla por mi parte me llevo una buena cachetada, pero aún así me río.
- ¿Eso es lo máximo de fuerte que me puedes pegar? Dios mio, hasta una chica pegaría más fuerte que tú. -me burlo de él y me sigo riendo mientras lo empujo hacia la puerta- Déjame en paz de una vez, ¿no? Vete a asesinar a alguien o algo.
- Niño malcriado. Que sepas que como sigas así te quito la Desert eagle.
- Sabes que si me la quitas me negaré a matar, me encanta esa pistola, es mi amiga. Si me la quitas, a ver como  matas a alguien con esa fuerza de nenaza. -me río en su cara y le cierro la puerta en sus narices.
Me visto rápidamente y me peino un poco con los dedos. Abro la puerta de la habitación y bajo las escaleras a toda prisa. Cojo del salón el regalo de Marie. Llego a la cocina y me encuentro con Marie, mi nana. Es raro que un asesino, narcotraficante y ladrón tenga nana pero necesito a alguien que me cuide un poco, ¿no? Ya que mi padre no lo hace...
- ¡Feliz cumpleaños, Marie!, -beso su mejilla mientras le entrego el regalo- Ya son cincuenta y tres.
- Mi pequeño, te has acordado... A ver que me has regalado... Ya te dije que no hacía falta nada...
Abrió por fin el regalo y se emocionó al ver un CD, mi CD. En fin, a ella le gusta como canto y como compongo canciones pues le he grabado un disco para que lo escuche.
- Oh pequeño, es el mejor regalo que me hayas podido hacer.
- De nada nana. Me tengo que ir a la universidad, es el primer día.
- Suerte cariño, y gracias por el regalo.
Me sonríe dulcemente y yo le devuelvo la sonrisa. Me voy al salón de nuevo y cojo mi mochila y cuando voy a coger las llaves de mi moto mi padre me llama.
- ¡Jason, hoy tienes el día libre, yo me iré durante un mes a causa de un encargo, te llamaré con instrucciones! -me grita desde el piso superior.
- ¡Vale! -le contesto y cojo las llaves.
Salgo de la casa y abro la puerta del garaje, dejándola abierta para luego salir con la moto. Diviso a mi KAWASAKI NINJA 600 de color negro y me moto en ella. La arranco y salgo del garaje, pulsando el botón y la puerta se cierra. De camino a la universidad veo la tienda en la que robé la semana pasada. Ahora está cerrada, asusté tanto al vendedor que me dijo que me llevase lo que quiera... Claro, yo quería muchas cosas y cogí todo lo que quise y me marché, pero no sin antes dejarle un regalo: su muerte. Han cerrado la tienda por miedo a que vuelva, la habrá cerrado su familia. Desde luego hay que ser estúpido para no tener cámaras en una tienda. Llego a la universidad y dejo la moto en los aparcamientos. Mientras camino a la universidad puedo ver a un grupo de tres chicas: Una de ellas es flacucha, con el pelo negro y corto. Otra es rubia con unas gafas rayban y un estilo de vestir demasiado pijo para mi gusto. Y la tercera es de tez un poco bronceada, pelo a la altura del pecho y castaño claro. Les guiño un ojo y la flacucha se sonroja y mira hacia otro lado, la rubia me coquetea con una sonrisa y la castaña  susurra algo que entiendo en sus rosados labios como 'creído e imbécil...Lo que me faltaba'. Río por su comentario y sigo de largo. Miro la primera clase que tengo y me dirijo a ella. Hay poca gente aún, pero de todas maneras yo me siento en las últimas filas, no quiero llamar demasiado la atención. Las pocas chicas que ya hay en clase no paran de mirarme. Veo que la rubia y la castaña de los aparcamientos entran y al parecer tampoco quieren llamar la atención, pero la llaman al sentarse a mi lado. Las demás chicas de la sala comienzan a cuchichear y puedo distinguir un murmullo en el que dice 'Tendrán cara, al lado del rubio...'. Río en mis adentros ante aquel comentario. Miro a mi derecha y veo que la castaña es la que se ha sentado a mi lado, y a su vez, la rubia se ha sentado a la derecha de la castaña.
- Hola. -saluda algo seca, intentando parecer amable.
- Hola. -le devuelvo el saludo a la castaña con una sonrisa.
- Somos Angy -se señala la rubia- y Emily -señala a la castaña.
- Yo soy Jason McCann, encantado. -les sonrío de nuevo amablemente.
Miro detenidamente cada detalle de la cara de mi compañera: Tez algo bronceada, solo lleva rímel y brillo de labios (poco maquillaje, me gusta eso...), ojos de colores miel y verdes, nariz respingona, pero bonita. Dientes blancos y alineados.
Ahora miro su pelo, que es de largo hasta su pecho y de un color castaño claro, con algunas ondulaciones. 
- ¿Quieres algo? -me pregunta ella, curiosa.
- Solo quería preguntar -pienso cualquier cosa- la carrera que estáis estudiando.
- Yo estudio para ser psicóloga infantil.
- Yo psicóloga, a secas, -me informa la castaña con una sonrisa- ¿Y tú?
- Psicólogo, como tú.
Me sorprendo por la casualidad y sonrío, la tendré a mi lado en todas las clases.
La clase se llena de gente. El silencio reina cuando el profesor entra.
- Buenos días. Soy el profesor Ross, como ya sabréis mi clase es: Introducción a la Psicología.
En resumen la clase ha sido algo aburrida, solo ha hecho un resumen de lo que daremos en el curso. La clase acaba y miro la siguiente clase que tengo: Historia de la Cultura I. Miro a Emily y sonríe.
- ¿Tú también vas a Historia de la Cultura? -me pregunta apartándose un mechón de pelo del rostro.
Asiento con la cabeza mientras recojo mis pertenencias.
- Si quieres podemos ir juntos... -me propone tímida.
Sonrío ante la propuesta.
- No sabía que te gustaría ir con creídos e imbéciles.
- ¿Escuchaste lo que dije en el aparcamiento? -me pregunta avergonzada, lo noto porque sus mejillas se tiñen de un color rosa.
Asiento con la cabeza divertido.
- No quería ofenderte solo que... -frunce el ceño- ¿Por qué me rectifico? Eres un creído y se te nota a leguas, no te pediré disculpas por decir aquello.
- Tranquila, baja esos humos, nena. Bueno, pues adiós, nos vemos en Historia.
La dejo con la palabra en la boca y me voy de la clase. Busco en el mapa de la universidad donde está el aula y me encamino hacia ella. De camino a clase veo a un grupo de chicos, reconozco a dos de ellos.
- ¡McCann! -me llama mi amigo Ryan.
- ¿Qué tal, Butsy?
- No me llames así, imbécil. -dice dándome un golpe en el hombro.
Me río y miro la hora.
- Me tengo que ir Butsy, adiós a ti también Somers. - digo yéndome. 
Entro en el aula y compruebo que la castaña ya ha llegado, me siento a su lado solo para molestarla.
- ¿No había otro sitio en toda el aula? -me susurra.
- ¿Qué has hecho con la chica simpática de hace una hora?
- Te conoció y se fue.
Me río y el profesor me mira desde la pizarra. Murmuro una disculpa y saco el libro.
- Tienes que reconocerlo, estoy bueno y lo sabes. -le digo para picarla.
- Tienes que reconocerlo, eres un creído que no tiene nada de lo que pueda alardear.
- Sabes que si que tengo que alardear de algo. -me señalo la cara.
Consigo que le escape una risa. Niega con la cabeza y volvemos a prestar atención a la clase.
Una risa, eso es bueno. Bien McCann, haciendo amigas.
La clase transcurrió igual o incluso más aburrida que la anterior, pero si quiero dejar a un lado mi asco de vida y empezar de cero una nueva tengo que atender, así que lo hice. Emily y yo salimos los últimos del aula mientras reímos.
- No pienso hacer semejante idiotez, además te acabo de conocer hace dos horas, eres un desconocido y no pienso hacerte caso.
- Pero has perdido una apuesta contra este bombón al que llamas desconocido y ahora tienes que cumplir tu parte por perder. -le digo riéndome.
- Es que a nadie se le ocurriría que serías capaz de tocarle el culo a ese vejestorio. -se ríe al recordarlo- Jason, ¡tiene como unos ochenta años!
Me río, es cierto, la profesora es muy vieja.
- Ochenta y un culo que tu querrías tener. -miento para picarla.
- ¿Cómo? -pregunta riéndose- A ver, guapo, mi culo es perfecto y no quiero el de esa momia.
- Envidia cochina. -susurro a su oído- Ahora como has perdido tendrás que bailar 'La Macarena' delante de todos, en la cafetería.
- Pero es que ni si quiera me sé la letra, es en español. -se queja.
Y le canto: 'Dale a tu cuerpo alegría Macarena, que tu cuerpo es pa' darle alegría y cosas buenas. Dale a tu cuerpo alegría Macarena... ¡HEY MACARENA, AY!'
Ella se ríe y asiente con la cabeza.
- Vale, lo haré... Pero con una condición.
- ¿Cuál?
- Tú tienes que bailarla junto a mí. No creas que soy tonta, he podido comprobar que en las dos clases que hemos tenido las chicas se han vuelto locas por ti. Te habrás ganado una buena reputación de ''Guapo de la Uni'' así que la echaras a perder junto a mí, ¿te parece bien, guapo?
¿Acaba de decir que soy el ''Guapo de la Uni''?
Me río. Y ella me mira extrañada.
- Bueno, entonces tu serás la ''Guapa de la Uni''. -nos reímos.
- Sí, lo soy.... ¿Algún problema? -dice intentando hacerse la chica dura para hacerme reír, y lo consigue.
- No, chica guapa, no tengo ninguno. Y sí, me parece bien perder mi buena reputación de ''Guapo de la Uni'' junto a la ''Guapa de la Uni''.
Sonreímos y entramos a la siguiente clase. El profesor tenía pinta de ser gruñón así que ninguno de nosotros dos dijo palabra alguna. Al terminar la clase ya tocaba un descanso de media hora. Me dirijo a las taquillas y abro la mía. Mi compañera de taquilla es la flacucha amiga de Emily y Angy. Le sonrío y ella me devuelve la sonrisa algo tímida. Dejo mis cosas en la taquilla y la cierro. Mi vecina de taquilla me susurra un ''adiós'' no muy segura y yo le sonrío. Me voy a la cafetería y me cojo un café y un bollo con nata, tengo hambre. Veo como Emily entra a la cafetería junto a sus dos amigas y otra más que no he visto hasta ahora. Junto a la que no conozco está Chaz, agarrándola por la cintura. Frunzo el ceño y me acerco al grupo.
- ¡Chazzy!, ¿cómo estás mi amor? -le digo guiñándole un ojo y poniéndome de morros.
- Oh Jasoncito mío, tú ya sabes como estoy: Enamorado de ti, guapo.
- ¿Y qué haces agarrando a esta chica? ¿Me estás poniendo los cuernos? -digo fingiendo un falso llanto.
- Sí, lo siento... Ella es mejor que tú, solo mírala.
Finjo una cara de desagrado y luego me río.
- ¿Qué tal, hermano? -pregunto chocándole el puño.
- Bien, ¿Y tú, hermano?
- Aquí estamos, ya sabes, intentando ligar con la ''Guapa de la Uni'' bailando ''La Macarena'' junto a ella.
Emily comienza a reírse mientras los demás nos miran extrañados.
- ¿Qué ha pasado que yo no me he enterado?
- Pues que McCann me ha ganado una apuesta. -le explica Emily a la chica que está abrazada a Chaz- Y la he perdido, entonces ahora tenemos que bailar ''La Macarena'' delante de todos.
Todo el grupo comienza a reírse.
- Tus amigos están igual de locos que tú, amor. -le dice la chica a Chaz.
- Pues sí. Jason, ¿te acuerdas de Alice? Es mi novia. -sonríe.
- Así que tú eres la famosa Alice. Encantado, soy Jason. -sonrío y le cojo la mano para besársela.
Angy y la chica flacucha se ríen y dicen: ''Uh...''
- Chaz, que te quita a la novia. -comenta riéndose Angy.
- ¡Estáis locas! Jason es mío. -dice Emily mientras me guiña un ojo,
- Claro que si. Emily es mía.
Los demás vuelven a tener la primera cara de extrañados del principio.
- Claro que sí... Ven aquí.
Ella me abre sus brazos y la abrazo. Estamos un buen rato abrazados.
- Ya ya, hemos captado que nos estabais gastando una broma.
Emily y yo nos reímos y nos dejamos de abrazar.
- Guapa, a bailar. -le digo y le tiro del brazo hasta llegar al centro de la cafetería.
Y Chaz se encargó de que todo el mundo nos mirase, gritando. Empezamos a bailar mientras cantábamos la canción casi muriéndonos de la risa. Al terminar todo el mundo nos miraba con cara rara, yo también lo haría. Nos sentamos con los demás en una mesa y al rato llegó Ryan.
- ¡Butssy! Hola mi amor.
- McCann, ¿como te va? Mi vida no sabes cuanto he sufrido esta hora sin verte... Bésame.
- No, sabes que Chaz me mola más que tú... Lo siento.
Empezamos a reírnos todos y Ryan se sentó al lado de la flacucha. Para mi sorpresa se dieron un pequeño beso en los labios.
- Todo el mundo con pareja menos yo. -se queja Angy.
- Te has dado cuenta de que no estoy con Jason ,¿no? Era un broma, pero tú a tu ritmo, bonita. -dice acariciándole la cabeza como si de una niña pequeña se tratara.
Angy le mira con cara de asco y luego se ríe.